domingo, 23 de marzo de 2014

Bienvenidos al norte. Crónicas navarras. (2º parte)

Bueno, aquí estoy de nuevo. El año pasado hice todo un curso de euskera. Parecíamos un chiste, una de Barcelona, uno de Castellón, otro de Salamanca,  uno de Burgos, dos de Sevilla... y una profe de euskera: Arantxa.
La motivación para acercarme a esta lengua,  he de reconocer que fue parte pragmatismo y otra curiosidad.  Pero lo que nunca esperé fue encontrarme con esta mujer, vasca hasta la médula,  amante de su lengua y cultura, y con un respeto exquisito hacia la diversidad que había en clase.  Aparte de aprender algunas palabras y expresiones en esta idioma tan complejo,  Arantxa nos abrió una perspectiva pura de lo que para ella y muchos significa vivir su cultura.
Descubrimos, descarnadamente, que todos portábamos prejuicios sobre el euskera y su entorno. No los esquivó,  aceptó las opiniones y críticas sin borrar esa sonrisa tan especial suya, y nos aportó esos datos vitales que nos mostraron que nada fue tal como nos contaron.
Sí,  lo digo a bocajarro. El tema vasco tiene culpables por todos lados. El que crea que me han practicado un lavado de cerebro,  simplemente no me conoce.
Aquí,  la gran mayoría de la gente vive ahora en paz y quieren, se alegran de que así sea. Hay historias pasadas, reales de todo tipo, pero al igual que en el resto del mundo,  la gente aspira a ser feliz y tener para vivir,  criar a sus hijos y vivir sin miedo.
Como quería explicaros, el euskera es una lengua real, antigua y enigmática. Su origen se pierde en la oscura historia de sus valles y colinas, y fluye abrupto e imparable con fuerza y musicalidad.  Es difícil,  sobre todo para los que no tenemos referencia alguna,  pero es bello, arcano, auténtico. Los poetas vascos (Vertsolaris), compiten con rimas espontáneas a la luz del vino, la sidra y las luces de pequeñas posadas, manteniendo vivo ese idioma. Y nosotros, los estudiantes,  nos estrujamos los sesos con su gramática tan compleja, sus expresiones ligadas a la naturaleza.
El caso, es que cuando tengo oportunidad,  hago eso de la inmersión lingüística ( Vamos, irme de sidrerías), y vivo en directo como se comportan en la intimidad, y os aseguro que ríen,  cuentan chistes y cantan, como el resto de las personas.
Ya. He roto una lanza porque me siento en deuda. Cuando cambias de sitio y vives con otra gente,  tu perspectiva se amplía y te enriqueces, y el que no lo hace es porque carga en su interior mas mierda de la que imagina.
Amigos, los tópicos son una puta mierda. Así,  sin más.  Ni yo, por ser sevillano soy gracioso, bailo sevillanas y duermo la siesta, ni la gente de aquí va con capuchas, son ariscos y muy trabajadores.
Malajes,  como en todos sitios. Que tengo una vecina mayor,  que tras casi dos años salundándola casi a diario, tuve que pararla el otro día para preguntarle por sus problemas de vista y oídos.  Ella me explicó que me confundía,  que no padecía tal problema, a lo que yo le respondí que ya me quedaba más tranquilo, que como jamás me devolvia los buenos días,  ni de palabra ni de gestos...
Pues eso, que en todos lados cuecen habas. Y que éste,  siendo un pueblo chiquito,  tiene un muestrario de gente y actitudes,  como en todos sitios. Y buenos vecinos, amables y solidarios.
Hasta la próxima.
DEJADME RESPIRAR!

lunes, 17 de marzo de 2014

BIENVENIDOS AL NORTE. CRÓNICAS NAVARRAS (1º parte)


Mi pequeño coche y yo circulamos por una carretera de mi comarca.  El camino es rutinario y conozco cada curva y bache,  pero aunque sólo son las seis y media de la tarde,  es de noche y con niebla. Suena un viejo cd con Carlos Gardel desgranando la banda sonora de mi recorrido (Con música de tango) "Yo adivino el parpadeo, de las luces que a lo lejos, van marcando mi retornoooo..." Como si un augurio de Don Carlos se tratara, intuyo más que percibo las luces traseras de un camión cargado de balas de paja, que va en mi misma dirección.  Paciencia.  No puedes adelantarlo y lo acompañas en procesión.  No pasa nada.  Lo que hace un par de años me hubiera puesto de los nervios,  ahora forma parte de ese ritmo de vida que me va calando. Aquí las cosas se hacen y piensan "sobre la marcha". Es otra música y letra a tu vida;  "nos vamos viendo", "estamos", "buen día", en vez de nuestro "buenos días" (Lo cierto es que tiene más logica su saludo). La gente va y vive a lo que yo llamo "El ritmo navarro", lento pero constante.  ¿Son más cerrados o los andaluces somos muy abiertos? . Son por norma general cerrados, les cuesta abrirse a las personas nuevas, pero no herméticos. Una vez que te van conociendo,  se dan a ti de una manera real, sin la superficialidad de mi Sur. Si un navarro te abre su casa, eso es un honor y te puede llevar años... Eso sí,  son reacios a los cambios,  a alterarles sus rutinas. Si algo les va medianamente bien , pues así por siempre.  Esto es un gran obstáculo para todo el que llega nuevo a ese círculo social. Es difícil hacerles ver una nueva perspectiva que pudiera hacerles ir a más y mejor en un negocio o en cualquier aspecto de sus vidas.  Hay que vivir aquí,  ver como es esta hermosa tierra,  para darte cuenta del paralelismo que hay entre sus bosques sombríos y espesos, su abundancia de agua y la escasez de luz solar,  y llegar a la conclusión de que lo que nos diferencia en nuestro carácter como gentes de distintas zonas,  está ligado a ese alrededor que nos acompaña desde nuestro nacimiento.  Es curioso descubrir que el sentido del humor es diferente.  Cuenta un buen chiste, de esos que en Andalucía son de toda la vida,  y  ver sus reacciones. Las más,  hay un incomodo lapsus en el que no hay reacción de risa, espontánea,  que estalle. Otras, no se entiende ese humor negro que llevo en mi cultura,  y que me permite reírme de cualquier tema por serio que sea: "Tío,  ¿Qué me dijo el médico de mi horóscopo? ... Picha, lo que te dijo es que tienes cáncer. " Bueno, con este tipo de gracieta, es que te partes tú aún más. Porque a ellos les cuesta reirse de esos temas. Que sí,  que son serios,  pero se les puede arrancar algo bueno. Yo sigo intentándolo. El próximo día me adentraré en los falsos e imprecisos tópicos,  pero como adelanto, sólo os digo, que si venís por la Ultzama y queréis saber algo de mí o mi familia, no preguntéis por nombres,  sólo decir "Los sevillanos". Hoy luce el sol y os puedo mandar un cálido abrazo. (Siento el no haber puesto los puntos y aparte pero con el teclado este de los cojones no he sido capaz)