Es cuando miro a los ojos de los que me aman, que siento terror.
No por mí, sino por fallarles. Por no saber corresponder sus expectativas.
Salgo al Bosque, y me abrazo a un roble centenario, hablando para mí, de mis innombrables defectos, y a su lado soy un insecto más, que transita por su corteza.
Es el poder del silencio, que me susurra a mi alma, que tengo derecho a ese cariño, y el viento, que juega con las hojas de miles de árboles, me entrega su música .
Soy uno más. Distinto. Porque son distintas las personas que me aman, sin condición.
¿Tengo derecho a ser feliz, rodeándome tanto pesar?
Preguntas sin respuesta.
El río discurre, regalando vida y frescor a todo el que habita en sus orillas, sin plantearse la desgracia de todos los que no disfrutan de la cercanía de su recorrido.
¿por qué debería yo ser más consciente que tú, hermano río?
La respuesta me llega mientras sumerjo mis pies en sus heladas aguas.
Todos nosotros hacemos un recorrido, desde que nacemos, hasta que desembocamos en el todo de un océano.
Y es en ese recorrido, donde vamos conociendo gentes , regiones. Damos y recibimos. Somos bendecidos con los juegos y risas de los niños, que se refrescan una tarde de verano, en nuestras riveras; pero también somos dañados por los que nos contaminan.
Descalzo, me tumbo sobre la hierba fresca de la ribera. Miro esas nubes blancas, flojas y caprichosas. Parece que no se mueven, y sin embargo son incansables viajeras. Están preñadas de vida, y recorren la tierra para regalar su lluvia sobre ciudades ricas, y poblados misérrimos.
Vuelan pajarillos sobre mi cuerpo tumbado, y me miran curiosos y descarados, sientiéndome "uno" con lo que me rodea y acoge.
Es posible que todo sea más simple. Somos los humanos prepotentes y extremadamente racionales, los que pasamos por el lado de la vida, y ni siquiera la miramos.
A Ella le es indiferente. Al igual que el riachuelo, nos invita a sumergirnos en su energía.
A sentirla, y vivir acorde con la armonía que rige el Universo.
Soy feliz, porque me siento querido, y a veces resumo acritud ante los que emponzoñan las relaciones entre sus semejantes.
Ellos, ignorantes y petulantes, creerán vivir lo que no es más que un sucedáneo.
Y tras el paso efímero, debajo de esas nubes, pasarán de nuevo a ser tierra, sin haber siquiera tomando consciencia, de lo que no fueron , no vivieron y jamás amaron.
DEJADME RESPIRAR