miércoles, 19 de octubre de 2011

España, un País de cuento.



Había un país muy lejano, donde vivía un rey y una reina, con sus tres hijos, un príncipe y dos princesas. Los príncipes eran muy bellos e inteligentes, y todos sus súbditos los amaban por ello...


Bueno, está claro que el país jamás sería éste. Vamos que no da el perfil del cuento ni echándole imaginación.
El 19 de este mes, publicaba "El País digital", un artículo firmado por Isabel Ferrer,  que hacía referencia a la monarquía holandesa, los gastos que generaba a las arcas estatales, y el descontento creciente de esos ciudadanos, que observan a esa Casa de Orange, cada vez más, como algo anacrónico y superfluo.
Se mencionan las partidas presupuestarias de este año, que ascienden a un total de algo más de 114 millones de euros.


Ya imagino que la periodista firmante del breve artículo, tendrá a un redactor jefe que hará de filtro al contenido y las formas de lo que se vaya a publicar. Pero, es que no le veo el sentido a dar esta noticia, y no hacer un paralelismo con nuestra propia monarquía y sus gastos.
Como yo en este blog mi única jefa, es mi propia conciencia, voy a aportar unos granitos de información sobre lo que nos cuesta a todos los españoles el lujo de una monarquía constitucional.
Mas de 204 millones de euros, para este año que discurre (204.434.280 euros, concretamente).
Queda claro, que van sus gastos personales, el de sus viviendas, el del personal de servicio, y seguridad del Jefe del Estado.
Teniendo en cuenta que actualmente nuestro salario mínimo inter-profesional es de 640,41 euros, con el presupuesto de nuestra casa real, podríamos pagar a 26.619 ciudadanos/as, durante un año y mensualmente esa cuantía.
Ya veis como me pone una regla de tres, pero es que las matemáticas no mienten, por algo las llaman ciencias exactas. 
Así que nosotros mismos. Como no somos holandeses, pues eso, como en el cuento, a vivir en Bavia, y sin plantearnos otro tipo de modelo de Estado (República mismo...). Y a seguir oyendo eso de que si uno es bonachón, y que la otra se preocupa mucho por las obras sociales.
Ya os vale. Con la pasta que nos lleváis sacando tantísimos años, si os parece os quedáis metidos en vuestros yates y palacetes, mientras que extramuros, el País arde.
Cuídense  SSMM del fuego, que ya sabemos todos lo imprevisible que es, lo mismo un día de estos sopla hacia la muralla, e inauguramos un nuevo Palacio del pollo.

1 comentario:

  1. Todavía nos queda mucho que aprender de ciertos países que, en según qué sectores, son vilipendiados. ¿Está resuelto este tema en los EE.UU? Pues sí. Ese país donde sus ciudadanos son criticados porque no saben dónde está Suiza (como si todos los que critican supiesen donde está Idaho), ya han resuelto el tema y sólo pagan a un representante. Uno que tiene que ser elegido y sólo puede ser reelegido una vez.

    Mientras tanto, nosotros, los listos, elegimos como presidentes a los Zapateros, Berlusconis o Sarkozys de turno. Grandes estadistas que pasarán a la historia por hundir un país, por ser un golfo corruptor de menores y por casarse con una ex-modelo que canta más que bien.

    Y eso sin tener en cuenta a los que no son elegidos, a los que chupan del bote sólo por sus reales cojones (y nunca mejor dicho).

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