viernes, 19 de agosto de 2011

LOS ABUELOS DEL PRIMER MUNDO.


Miro el escaparate de la agencia de viajes, fijando la atención en las fotos de esos viejos cachas y guapos, con los que promociona las vacaciones el Imserso. Son vacaciones fuera de temporada, cuando los hoteles y balnearios tienen la ocupación más baja.
Pero a los que disfrutan de esas merecidas salidas, no les achanta ese detalle. Van contentos como en un viaje de fin de curso.
Sin embargo, hoy no quiero hablar de estos viejos, "Nuestros viejos". Sino de "Los de nadie".
Esos que habitan sus últimos días en asilos concertados, o con más suerte, aun en sus casas. En ambos casos, en soledad.
Algunos, hoy recogen lo que sembraron. No cuidaron de su prole como debían, o el trabajo era tan duro, que sólo había lugar para la subsistencia: ropa, comida, un techo, pero sin tiempo para la ternura.
Por el contrario, en otros muchos, esos ancianos de hoy, fueron excelentes padres y madres, titos y titas, e incluso abuelos. Que criaron a sus nietos sin tener obligación alguna, para que el matrimonio de sus hijos fuera más cómodo, moderno, y se pudieran realizar como pareja.
Pero un día, esos achaques que sobrellevaban, los superan. Ya no rinden con la productividad necesaria para seguir viviendo como lo que debían ser: Los abuelos.
Reunión de hijos/as - Nueras/Yernos.
Resultado: Abuelos 0 - Hijos 1 (Fin de partido).
Comienzan rotando de una casa a otra (Tras la venta de la suya propia), ya se sabe, para cubrir gastos, que aunque las medicinas son gratis, no compran ropa con frecuencia y comen como pajaritos...Pues eso, que hay que repartirse las estancias y los ahorros de toda una vida.
Algunos tienen suerte de morirse en este proceso. En cambio, otros , supervivientes incluso de una guerra civil y su posguerra, se resisten a marcharse.
Nueva reunión familiar.
Resultado: Al abuelo/a hay que internarlo.
Siempre es por su bien. Eso se le dice a los vecinos y conocidos. "Allí van a estar mejor atendidos", repiten, intentando con insistencia que se haga verdad, a base de reiterarlo muchas veces.
Os invito a visitar un lugar de esos. Hasta los más lujosos son aparcamientos de muerte. Son diques secos, donde injustamente se hacen embarrancar a esos barquitos, que ya no navegan, pero que aún flotaban con orgullo y dignidad.
Bueno. Admito que tengo un nudo en la garganta. No me apetecía escribir ésto, pero ¡ Va por Ellos!.
Lo reconozco. Tengo mi parte de xenófobo/racista. No con el chino, ni el negro, ni el marroquí...
En eso soy tan "progre"como muchos de vosotros. Este rechazo me lo inculcaron de pequeño. ¡Los gitanos! ¡Si no te la dan a la entrada, te la dan a la salida! Sí, son nuestra piedra de toque.
No permito (Vamos porque soy yo el que escribe este blog), que entremos en historias de trapicheos, drogas y demás asuntos. No en este sitio.
Si he sacado este pensamiento vergonzante e íntimo, y lo hago público es para enfrentar un hecho: No veréis nunca a una abuelo gitano en un asilo.
No nos gusta el dato. ¡ Pues nos jodemos!
Muchos nos permitimos el criticarlos (Habrá ocasiones que tengan una clara justificación), pero en lo tocante a sus mayores, ¡Señoras y señores!, nos dan una lección magistral.


Como colofón, usemos unas de nuestras vacaciones, y el que pueda, que pille un vuelo "Low cost" a Sudán, Gabón, Yakarta o Perú. Sí, esos sitios a los que llamamos el tercer mundo.
Allí, llegar a viejo (Como dice la canción de Serrat), es menos malo. Eres considerado un sabio, porque atesoras más experiencia vital que los demás. Eres cuidado, escuchado y respetado hasta tu último aliento. Y aunque , ya cadáver, te coman las moscas, son las mismas que se comen a los vivos.
Tomemos nota. Los maduritos de hoy, esos que nos creemos los reyes del Facebook. Los mismos que nos preocupamos por si tendremos pensiones, o no.
Yo, personalmente, preferiría vivir en el primer mundo, y que me dieran en adopción al tercero cuando ya me lo hiciera todo encima.
Ya veis, egoísta hasta la tumba.




¡ DEJADME RESPIRAR!

2 comentarios:

  1. Pues si tan crudo y doloroso como la vida misma, yo por suerte o por desgracia trato con esos "viejos" todos los días y mi pregunta siempre es la misma, ¿que será de mí si tengo la suerte o la desgracia de llegar a su edad?, ya ves yo tambien soy una egoista, pero no me olvido que ellos son mi pasado y que por mis maltrechos genes de egoismo hay una parte que me recuerdan que les pertenezco y que me guste o no tienen derecho a vivir dignamente, no sé que será de nosostros cuando lleguemos a esa edad y como dice la canción, que es lo que tengo yo si solo tengo amor......que será de esta pobre vieja, por mi parte seguiré creyendo que recibes lo que das, así que si tengo fuerzas yo cuidaré de mis viejos hasta la muerte.

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  2. Que hay malnacidos que no se acuerdan de lo que dependieron de sus viejos es algo innegable, pero no es menos cierto que el ritmo de vida que han impuesto a la mayoría de nosotros es salvaje. Uno siente pena al ver a preciosas criaturas de meses vivir en guarderías doce de las veinticuatro horas del día. Esas filas de pequeños que van desde la guardería al colegio y vuelven a la guardería después de comer en el comedor hasta las siete de la tarde, dan mucho que pensar.

    Si hay padres que tienen que dejar abandonados a sus propios hijos, ¿qué no harán con sus viejos? Y lo peor es que la espiral sigue engordando y esos ángeles abandonados están aprendiendo que vivir así es "digno".

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