domingo, 28 de agosto de 2011

Y LA BURBUJA ESTALLÓ EN EN NUESTRAS CARAS.



Ahora, en plena crisis de las superpotencias, cuando los gobernantes de los países occidentales más avanzados no saben como manejar una situación que se escapa de control, empieza a salir a flote todas las inmundicias que se han mantenido al fondo del estanque; con el lastre de enormes sacos de monedas, y que han ido esfumándose, permitiendo emerger la realidad de nuestro sistema financiero y social.
Hoy, en cualquier diario o emisora, atendemos a esos sabios de la economía, que ya advirtieron del desastre que caía sobre nuestras finanzas (Qué listos. Ahora resulta que era evidente. Entonces, ¿Por qué cojones no avisaron entonces?), y vaticinan desastres aún mayores.
Bueno, desde este pequeño blog, sin más pretensiones, voy a hacer un breve recorrido por la micro-economía, o lo que es lo mismo, la propia, la de mis vecinos, la de mi ciudad.
Mi entorno lo conforman familias obreras, algunos quedan aún de los que en los 60 emigraron a Cataluña, Alemania o Suiza. Se ve que el terruño les tiraba, y antes de que los chavales se hicieran más grandes, decidieron el retorno, atesorando algunos ahorros y una perspectiva nueva. España estaba muy atrasada, y el caudillo les había mentido.
Sus hijos crecieron en sus propias casas, las mismas que construyeron los retornados (En gran número buenos albañiles), y dispusieron de todo lo que sus padres no pudieron disfrutar. Algunos de esta 2ª generación, incluso fue el primero en pisar una universidad; otros, prolongaron el oficio de sus padres y también se convirtieron en obreros cualificados. Era normal en aquella época, que los viejos sentenciaran que el chaval no servía para estudiar y debería ir a la "Obra". Bueno, no importaba, había trabajo, y en la construcción, un oficial de 1ª lo ganaba bien. Fueron esos años previos a la Expo'92 o la Olimpiada de Barcelona. El dinero fluía sin medida, y los Fondos Europeos llegaban incluso a municipios de las sierras, que pudieron mejorar carreteras y el propio pueblo.
En mi barrio, esas familias, comenzaron a adquirir otra vivienda o una parcela de recreo, pidiendo dinero a la caja de ahorros de toda la vida, que no ponía pegas, y que muy amablemente les animaba a que cambiaran también de muebles y de coche.
Y así fue. En mi calle, comencé a ver aparcados BMW, Mercedes y coches de gama media-alta. Incluso abrió una agencia de viajes, ya que todos disponían ahora de algo que sólo se veía en las series yankis: Tarjetas de crédito.
Sí, con ese trozo de plástico podías hacer lo que jamás imaginaste:
- ¡Conchi! Me he enterado que has ido a Cancún...
- Pues sí Pepi, mi Manolo lo está ganando muy bien en Málaga, y hemos dicho, total, si lo podemos pagar en un año...
Bueno, no hace falta dar más ejemplos. Muchos vecinos, empezaron a volar fuera de su órbita razonable, incluso hubo alguno que me preguntó del porqué de la compra de mi diminuto coche.
¿Quien, no sufrió en sus carnes y bolsillos esos presupuestos de las reformas de casa? Eso es lo que había. Si querías que el albañil fuera a hacerte la chapuza, pues a esperar que tuviera cotizado lo suficiente para cobrar el desempleo, y tal vez entonces, te hiciera el favor (Si no le salía otro "primo", que hubiese aceptado un presupuesto más alto que el tuyo), y a ti, te daban literalmente por el culo.
Y llegamos al día presente. Si me asomo a mi calle, ya no están los grandes coches, fueron vendidos o simplemente embargados. Hay mucha furgoneta,y mucho marido en casa o en los bares. El curso académico pasado, el porcentaje de padres que iban a recoger a sus pequeños, era superior al de madres. Las conversaciones entre ellos desesperantes. Se les había acabado el paro, la ayuda familiar y estaban cobrando la limosna de los 425 euros. Sus mujeres, hasta la fecha amas de casa por decisión propia, ahora vestidas con uniformes de agencias de limpieza o reponedoras de una gran superficie.
Algunos tuvieron la previsión de no gastar lo que no tenían, y de guardar esos excedentes, que los jubilados ya advertían lo de las "vacas flacas". Esas familias aguantan hoy el tirón. Pero una gran mayoría, se están despertando del batacazo y dándose de cara con la dura realidad.
Desenlace: En mi Pueblo no ha habido ninguna manifestación pidiéndole al Alcalde que gestione mejor los fondos, ni se ha plantado nadie en la sucursal bancaria que lo timó y que ahora le ha retirado el crédito y la tarjeta, por el contrario, en la última feria local, las casetas seguían llenas.
Y el fútbol.
Ese magnífico aliado de los que nos gobiernan, los que elegimos (Políticos), y los que nos impusieron estos últimos (Banca).
No puedo olvidar a ese padre de familia de condición analfabeta gritar delante de una cámara, que el ascenso de su equipo a 1ª, era lo más importante que le había ocurrido en su vida. Y junto con él, saltando a su alrededor su señora y sus hijos.
Pues sí, "Roma arde", pero mientras el pueblo tenga pan y circo...

¡DEJADME RESPIRAR!

1 comentario:

  1. Hace algunos años tuve una conversación con un familiar de mi mujer que me dejó las cosas claras. Me preguntó que cuanto ganaba y cuando escuchó mi respuesta me dijo que si para eso me había pasado tantos años estudiando. Él, de albañil, ganaba casi el doble que yo. La conclusión de aquella conversación es que éramos gilipollas, (mi mujer y yo).

    Hoy tengo claro que sí, que somos gilipollas. Este gobierno traidor nos ha rebajado un 7% el sueldo a los dos para pagar ayudas a aquellos que antes ganaban mucho más que nosotros y se dedicaron a quemarlo alegremente. ¿Que no pueden pagar su coche de gama alta? Que se lo quiten y le embarguen lo que corresponda. ¿Que no pueden pagar la casa? Que se jodan y a la puta calle.

    Es lo que pide el cuerpo, Paco. Pero uno piensa un poco y se da cuenta de que también hay personas decentes que las están pasando putas y que no es justo ese desprecio por el sufrimiento ajeno. Sólo espero que este episodio sirva para que el mercado laboral premie otras cosas aparte de los pelotazos y las pompas de jabón.

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